Como manda la tradición, volvimos a celebrar el “Inspiration Day” o también llamado “Día de la Inspiración Divina”. Un día al año en el que intentamos romper con lo que hacemos normalmente, relajar el cerebro y proporcionarle una actividad cultural-creativa diferente a lo habitual.
Esta vez optamos por dar un salto atrás en el tiempo, dedicando el día al trabajo con barro en torno, con lo que tachamos otra linea de nuestra lista de “cosas que debo hacer al menos una vez en la vida”.
Trabajar el volumen “de verdad” en lugar de utilizar unos de los programas 3D, resultó ser una actividad de lo más relajante. Encontramos a faltar el “Comando+Z”, pero en su lugar podíamos volver a pastar el barro y vuelta a empezar (el pedido por una vez no era urgente). Algunos nos pusimos perdidos de barro, pero es la muestra de que disfrutamos un montón. Recomendable para cualquier edad.
